Enfoca tu pasión en vivir bajo la influencia del Evangelio

Gálatas 4:12-20. Marcos Ramírez. 15 de marzo de 2009

Recuerdo con cariño a un grupo de entusiastas hermanos que llegaron a México en los tiempos de mi adolescencia para hacer un ministerio con la juventud de México. Después de un tiempo de convivir con ellos, su influencia en mi vida fue marcada: hablaba con el acento de ellos, usaba frases y expresiones propias de su país, hacia ademanes y gesticulaciones como ellos, tomaba la Biblia para predicar como ellos la tomaban, quería estar donde ellos estaban, etc. Me doy cuenta que las personas son y reciben influencia unos de otros.

Otra vía en que recibo cierta influencia es cuando leo alguna biografía, y como por lo general se narra lo heroico del personaje, soy influido por la vida de tal hombre o mujer.

Los libros son otra fuente de influencia, por ejemplo la semana pasada leí un libro sobre las disciplinas de una familia que ama a Dios, y definitivamente tocó mi corazón, inmediatamente empecé a tomar decisiones respecto de mi actitud hacia mi esposa y mis hijas.

Pero también puedo ver cómo hay influencias negativas que afectan mis pensamientos, costumbres, vocabulario, deseos, etc. Definitivamente hay programas de TV, películas, literatura que no me convienen, ya que sólo proveen para los deseos de la carne.

Requiero hacer una constante autoevaluación acerca de la influencia bajo la cual estoy viviendo mis días sobre la tierra, en dónde estoy centrando mi mirada para que mis pensamientos y deseos, agraden de verdad a Dios.

El evangelio nos ha sido dado para conocer al Dios verdadero y a su hijo Jesús y este conocimiento debe influir en mi corazón, en mis pensamientos y en mi voluntad.

La respuesta que produce el evangelio es un amor entrañable vr 14 y 15b

Cuando el evangelio de la sola gracia llegó a los gálatas los inundó con un amor entrañable y recibieron a su mensajero a pesar de una cierta enfermedad en su cuerpo que bien pudo ser un factor para que los escuchas despreciaran el evangelio. En lugar de esto Pablo escribe:

“…ningún agravio me habéis hecho, pues, vosotros sabéis que a causa de una enfermedad del cuerpo os anuncié el evangelio al principio y no me despreciasteis ni desechasteis por la prueba que tenía en mi cuerpo, antes bien me recibisteis como a un ángel de Dios, como a Cristo Jesús.” Gálatas 4:12-14

No sabemos exactamente de qué enfermedad hablaba Pablo, talvez era algo de los ojos y aunque no es mi intención descubrir cuál fue esta enfermedad, sí quiero mencionar que a pesar de la situación física de Pablo no fue rechazado, al contrario, lo aceptaron y lo recibieron. John Stott (1968) comenta sobre la situación física del apóstol:

“Cualquiera que haya sido la enfermedad, evidentemente tuvo síntomas desagradables y antiestéticos. Parece haberlo desfigurado de alguna manera…la debilidad y el desfiguramiento físico de Pablo fue una gran prueba para los Gálatas…” (p.114)

Es probable que los gálatas hayan tenido que poner atención a un predicador de ojos infectados y llenos de pus, pero el amor de Cristo que ahora disfrutaban les permitió amar a Pablo y recibirlo como a un ángel de Dios, como a Cristo Jesús. El evangelio produce un amor entrañable, de esto comenta el pastor Ryken:

“Cuando Pablo dice que los gálatas no lo despreciaron, literalmente dice que no lo escupieron, como paganos usualmente hacían esto cuando veían a alguien que pensaban que estaba desfigurado por un demonio. (p.174)

Trataron a Pablo como a un ángel y no como a un demonio, esto es lo que produce el evangelio. Su

amor fue tal que les hubiera permitido ser donadores de sus propios ojos en caso necesario. Pablo testifica de ello:

“…pues, os doy testimonio de que si hubieseis podido os hubierais sacado vuestros propios ojos para dármelos” (vr 15)

Existe el peligro de oír el falso consejo y alejarse de la influencia del evangelio

Desafortunadamente estos hermanos gálatas que un día se gozaron en el evangelio de la sola gracia permitieron que los maestros judíos ejercieran influencia en sus vidas con sus falsas enseñanzas y de esta manera se alejaron de la influencia del evangelio. Para estos falsos maestros, Pablo era un rival a quien querían desactivar y la estrategia que seguirían era desacreditarlo ante la iglesia. Tristemente los gálatas prestaron oídos a estos malvados y se alejaron de la influencia del poderoso evangelio del amor de Cristo que un día los entusiasmó y los movió a amar a Pablo, ahora ante la influencia de los judaizantes se habían hecho enemigo de Pablo. De aquí que Pablo les dice: ¿me hecho vuestro enemigo por deciros la verdad? (vr 16)

Los gálatas se habían alejado de la influencia del evangelio y ahora caminaban de la mano con los judaizantes y su falso evangelio. En lugar de amor, ahora había rechazo. No cabe duda, se habían alejado del evangelio.

Estemos alertas del constante peligro de los consejos de los malos que buscan fracturar la relación con los hermanos de la iglesia, con los siervos de Dios, y alejarnos de la influencia del evangelio.

La influencia del evangelio debe ser constante

Cuando se vive bajo la influencia del evangelio nuestra pasión estará enfocado en pensar lo que es bueno, en vivir en lo que es bueno, en hablar lo que es bueno. La Biblia dice:

“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”. (4:8)

Este vivir debe ser constante, no sólo cuando estamos en la iglesia o ante la presencia de alguna persona que la consideramos autoridad. De aquí la exhortación de Pablo a los gálatas: “Bueno es

tener celo por lo bueno siempre, no solamente cuando estoy presente con vosotros” (vr 18).

Nuestra vida bajo la influencia del evangelio debe ser constante, en todo tiempo, no debemos cuidar nuestro vocabulario, nuestros comentarios sólo cuando estamos con la iglesia, o con el pastor, etc., sino en todo tiempo, porque estamos en la presencia de Dios en todo tiempo.

En todo tiempo nuestro vocabulario debe ser bueno, debe estar bajo la influencia del evangelio. En todo tiempo nuestros comentarios de los hermanos deben estar bajo la influencia del evangelio, en todo tiempo nuestros pensamientos, de igual manera, deben estar influidos por el evangelio. En todo tiempo nuestra actitud hacia la iglesia, hacia los hermanos, hacia los enfermos, hacia los necesitados debe estar centrado en lo que es bueno. Tengamos celo siempre, en todo momento, en todo lugar por lo que es bueno, no sólo cuando hay alguien con quien queremos quedar bien y mantener una buena apariencia.

¿Estás viviendo bajo la influencia del evangelio o del mundo?

Que tu vocabulario y tus conversaciones estén bajo la influencia del evangelio, que tus actitudes hacia tu prójimo estén bajo la influencia del evangelio. Ruega al Señor para que abundes en ese amor entrañable que produce el evangelio al llegar a nuestros corazones y vive bajo su influencia en todo tiempo.

Los Gedeones, bajo la influencia del evangelio en todo tiempo y en todo lugar

En 1898, John H. Nicholson (1859-1946) se hospedó en un Hotel de la ciudad de Boscobel, Wisconsin para pasar allí la noche. El hotel estaba lleno, así que le sugirieron que compartiera un cuarto doble con Samuel E. Hill (1867-1936). Los dos hombres pronto descubrieron que ambos eran cristianos.

Como tenían la tarde libre pudieron orar y compartir algunos deseos e ideas de lo que más tarde se transformaría en una sociedad.

clip_image004[9]El 31 de mayo de 1899, organizaron en Wisconsin, un encuentro para reunir a comerciantes cristianos para conocerse y buscar cómo servir al Señor en conjunto. Convocaron a una reunión y aunque sólo tres hombres estuvieron presentes decidieron organizarse.

Durante mucho tiempo pensaron en el nombre que le pondrían a la Asociación. Oraron por ello y luego uno de ellos se levantó y dijo: “nos llamarán Gedeones.” En referencia a aquel hombre que guió a una victoria de Israel sobre los madianitas. Por eso el símbolo que usan es un jarrón con dos manijas y una antorcha recordando la victoria de Gedeón sobre los madianitas. Gedeón fue un hombre que estuvo dispuesto a hacer exactamente lo que Dios quería que hiciese.

Movido por el testimonio de este varón, el lema de los Gedeones sería hacer la voluntad de Dios en cualquier momento, en cualquier lugar, y en cualquier manera que el Espíritu Santo conduzca.

De igual manera enfoca tu pasión en vivir bajo la influencia del evangelio en todo tiempo y en todo lugar.

Referencias

· Dañeiluk, D. (sf). Los fundadores de los Gedeones Internacionales.
Recuperado el 14 de marzo de 2009 del sitio http://biografas.blogspot.com/2006/10/los-fundadores-de-los-gedeones.html

· Ryken, P. (2005). Galatians. Reformed Expository commentary. USA: P&R Publishing

· Stott, J. (1968). The Message of Galatians. USA. Inter Vasity Press

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