Enfoca tu pasión hacia la gloria de Dios; no hacia tu propia gloria

Gálatas 4:12-20. Marcos Ramírez. 7 de marzo de 2009

Introducción

Una de las fuentes de abastecimiento para mi orgullo en mi vida como estudiante fue y me parece que sigue siendo los reconocimientos públicos como por ejemplo los cuadros de honor. Confieso que soy feliz cuando mi nombre es puesto y exhibido ante los ojos de la gente.

clip_image002Recuerdo que en la escuela secundaria todos aquellos estudiantes que no habían recibido ningún cinco de calificación durante el año escolar recibían en público su boleta de calificaciones en la fiesta de clausura ante el aplauso de los presentes. He de confesar que allí había puesto mis ojos y mi pasión

Años más tarde tuve la bendición de ir a estudiar a un instituto bíblico y experimenté el mismo deseo de ser reconocido por obtener altas calificaciones. Cada fin de módulo los mejores estudiantes de los grupos eran reconocidos públicamente y nuevamente confieso que allí estaban puestos mis ojos y mi pasión.

Pero también fue una fuente de frustración y humillación cuando no alcancé este fin. Recuerdo que durante mis estudios en educación en la universidad me esforcé por ser un buen estudiante y deseaba obtener el mejor promedio de mi generación. El día de la clausura, ante un auditorio lleno, este reconocimiento fue otorgado a otro estudiante. Sentí frustración y ya no disfruté completamente ese momento que debió ser de agradecimiento a Dios por haberme permitido terminar estos estudios. Así pudiera narrar muchos eventos de mi vida respecto de este tema.

Reconozco que he invertido muchos años de mi vida procurando el reconocimiento, admiración de compañeros, amigos, y público en general. Entiendo que es una necesidad constante enfocar mi pasión en la gloria de Dios, no en la mía.

La búsqueda de vana gloria es un enfoque pecaminoso

El apóstol Pablo en Gálatas 4:17 desenmascara a aquellos falsos maestros que buscaban desviar del evangelio a los miembros de la iglesia de la región de Galacia.

“Tienen celo por vosotros, pero no para bien, sino que quieren apartaros de nosotros, para que vosotros tengáis celo por ellos”

La palabra “celo” se ha usado en la Biblia para expresar un estado de compromiso apasionado por realizar alguna tarea. Se refiere a un deseo intenso, a un anhelo ardiente. Estos hombres se habían infiltrado en las iglesias de los Gálatas y su estrategia para ganar a los gálatas era mostrar una evidente, pero falsa preocupación por ellos. Para estos falsos maestros el evangelio de Pablo de la sola gracia era un obstáculo muy grande que se habían propuesto derribar, a toda costa y con gran celo y pasión se habían volcado para erradicar este evangelio de la sola gracia. Su trabajo de persuasión era fuerte, insistente, se habían propuesto frenar el avance del verdadero evangelio, tenían celo en lo que hacían pero estaba enfocado, hacia la mentira.

Pero, ¿por qué pensar mal de ellos si estaban mostrando interés y celo en enseñarles? ¿acaso era falso su interés? ¿habían otras intenciones? John Stott (1968) comenta sobre este falso interés:

“… los falsos maestros los adularon y se preocuparon…pero los falsos maestros no eran sinceros en su lealtad a los gálatas, lo que querían era sacarlos, es decir excluirlos de Cristo y de su libertad (p.116)

clip_image003El celo de estos hombres estaba enfocado hacia el fin satánico de apartar al hombre de Dios. Por lo tanto este celo con el que hacían las cosas no era para bien. Ryken (2005) por su parte comenta sobre la actividad de los judaizantes entre los Gálatas:

“Los judaizantes parecían tener envidia del éxito misionero de Pablo. Lo que realmente querían era tener sus propios discípulos como siempre quieren hacer los falsos maestros, así que trataron de ganar a los galatas de Pablo al halagarlos y cortejar sus afectos.” (p.176)

Aquí está lo que perseguían al final de cuentas estos falsos maestros judíos: su propia alabanza, su propia gloria. Jesús ya lo había señalado durante los años de su ministerio:

Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viniere en su propio nombre, a ése recibiréis. ¿Cómo podéis vosotros creer, pues recibís gloria los unos de los otros, y no buscáis la gloria que viene del Dios único Juan 5:43-44

A ellos les interesaba realmente la alabanza de los hombres, eso era lo que buscaban, que fueran admirados, buscaban alabanza, una gloria vana.

La salvación por obras apunta a la vana gloria del hombre

La falsa enseñanza de la salvación que propagaban estos hombres de la salvación cumpliendo la ley apuntaba a la exaltación del hombre, esto la gloria vana. Esta enseñanza llena al hombre de falsas razones para creerse merecedores de la bendición divina. El resultado es un pensamiento parecido a esto: “La gracia es para aquellos que no merecen la bendición de Dios, pero yo sí la clip_image004merezco porque he hecho méritos”.

Por otra parte los falsos maestros buscaban eliminar a Pablo para que ellos fueran los preferidos junto con su mentira de enseñanza. La paráfrasis que hace Lutero del pensamiento de Pablo resulta útil

“Si el celo fuera bueno, sincero y piadoso ellos seguramente estarían contentos de que yo sea amado por ustedes, pero ellos odian nuestra doctrina y por lo tanto quieren que sea completamente abolida y la suya predicada entre ustedes”. (Mc Grath, A., & Packer, J. 1998, p223)

¡Qué terrible enfoque de la pasión es éste! Por el contrario el enfoque de una vida que ha entendido y experimenta cada día la gracia divina es que Dios sea magnificado y adorado. El salmo 115:1 dice: “No a nosotros oh Dios…sino a tu nombre da gloria…”

El enfoque de nuestra pasión es la gloria de Dios

Es totalmente absurdo pensar que tenemos méritos para presentarle a Dios y demandar su bendición y obtener premios. La Biblia dice que no tengo nada de qué presumir:

“…y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia. Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y clip_image002[8]redención; para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor.” (1Co 1:28-31)

¿De qué puedo presumir? ¿de qué puedo jactarme? ¿Qué tengo que no haya recibido de él? ¿Qué dones y talentos poseo que no me haya sido dado por el ES? ¿qué obras buenas he realizado que no hayan sido ordenadas por el Señor? ¿Qué logros a lo largo de mi vida he tenido que me hacen sentirme orgulloso valen realmente la pena cuando dice la Biblia:

“Porque: Toda carne es como hierba, Y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae” 1Pedro 1:24

Pablo dijo:

“En cuanto a mí, jamás se me ocurra jactarme de otra cosa sino de la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien* el mundo ha sido crucificado para mí, y yo para el mundo” Gál 6:14 NVI

Por lo tanto, nuestra pasión, nuestro celo debe enfocarse en que Cristo sea adorado, que él reciba toda la gloria, no nosotros, sino él y sólo él. La Biblia dice en 1 de Pedro 4:10-11

Cada uno ponga al servicio de los demás el don que haya recibido, administrando fielmente la gracia de Dios en sus diversas formas. El que habla, hágalo como quien expresa las palabras mismas de Dios; el que presta algún servicio, hágalo como quien tiene el poder de Dios. Así Dios será en todo alabado por medio de Jesucristo, a quien sea la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.

¿En dónde está mi pasión? ¿Está enfocado en buscar reconocimiento, admiración de la gente? ¿Cuándo cuento alguna bendición, alguna buena obra que el Señor me permitió, busco que la gente se dé cuenta y vean mi piedad? ¿Cuál es la verdadera intención de mi corazón?

¿Cómo es mi servicio en la iglesia? ¿A quién estoy sirviendo, será que al ojo humano o al Señor?

¿Cuando me quejo del amor de la iglesia, su falta de preocupación por mí, qué es o que estoy buscando, mi bienestar, la atención de la gente, su dedicación?

clip_image002[10]Guillermo Carey, sólo un remendón de zapatos para la gloria de Dios

Guillermo Carey es considerado el Padre de las Misiones Modernas. Nació en Inglaterra en 1762. Se destacó desde muy joven por sus deseos de aprender, especialmente le fascinaban los idiomas. Fue de oficio zapatero y siempre tenía un libro a su lado. Fue llamado a servir al Señor y en 1793 zarpó junto con joven familia hacia Calcuta India. Mientras viajaba aprendió lo suficiente

del bengalí para entenderse con el pueblo. Poco después de desembarcar comenzó a predicar.

Carey percibió la necesidad imperiosa de que el pueblo tuviese una Biblia en su propia lengua y, sin demora, se entregó a la tarea de traducirla. La rapidez con que aprendió las lenguas de la India, es motivo de admiración para los mejores lingüistas. Hablaba con fluidez más de treinta lenguas de la India y dirigió la traducción de las Escrituras en todas esas lenguas. La humildad fue una de las características más destacadas de su vida, Se cuenta que, estando en el pináculo de su fama, oyó a cierto oficial inglés preguntar cínicamente: “¿El gran doctor Carey no era zapatero?” Carey al oír casualmente la pregunta respondió: “No, mi amigo, era apenas un remendón.”

¡Enfoca tu pasión hacia la gloria de Dios; no hacia la tuya!

Referencias

Ryken, P. (2005). Galatians. Reformed Expository commentary. USA: P&R Publishing

Stott, J. (1968). The Message of Galatians. USA. Inter Vasity Press

Mc Grath, A., & Packer, J. (1998) Galatians by Luther. USA: Crossway books

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