Cuando no estás confiando en Dios es porque estás al servicio de ídolos

Gálatas 4:8-11. Marcos Ramírez. 1º de marzo de 2009

Tuve la bendición de ser criado en un hogar cristiano, en donde fui enseñado que hay un solo Dios verdadero, creador del cielo y de la tierra. Se me expuso desde muy pequeño los mandamientos de Dios y aprendí que no debo tener dioses ajenos.

Cuando veía las procesiones de alguna celebración del llamado “santo patrono” de alguna localidad y se hacía la tradicional “bajada del santo” llevándose a cabo caminatas con cánticos y rezos en honor a la respectiva figura de talla, entendía que se trataba de actos de idolatría.

No he participado en este tipo de procesiones y no me veo en esos actos en ningún momento de mi vida, pero, a pesar de mi deseo que nunca hacerlo, me temo que enfrento una batalla diaria con la idolatría. No tengo ese tipo de imágenes y estatuillas en mi casa, pero me temo que enfrento una batalla con la idolatría.

La naturaleza de la idolatría

clip_image002[4]Pablo en la carta que le escribe a los gálatas les recuerda una situación de idolatría que vivían antes de conocer al Dios verdadero:

“Ciertamente en otro tiempo, no habiendo conocido a Dios servíais a los que por naturaleza no son dioses”  (v. 8)

En esta declaración notamos una exposición de la naturaleza de la idolatría:

· Un ídolo es todo aquello que ocupa el lugar de Dios

Pablo desenmascara estos objetos de adoración a quienes el hombre les atribuye identidad divina. En realidad no son dioses, pero buscan ocupar el lugar de Dios.

Las culturas paganas han preferido fabricar esculturas e imágenes de las cosas creadas y atribuirle un falso poder. El hombre es religioso y adorador por naturaleza. Fue creado para adorar y cuando no adora al Dios verdadero, es porque está adorando a los que por naturaleza no son dioses. Los ídolos son objetos que buscan ocupar el lugar de Dios y demandar su adoración. Pablo en Romanos 1:18-22 expone esta barbaridad que el hombre ha fabricado: “…ha cambiado la gloria del Dios inmortal por aves, cuadrúpedos, reptiles, etc.”

· Un ídolo demanda servicio y adoración

image Pablo les recuerda a los Gálatas que antes de conocer a Dios, servían a estos ídolos. El verbo servir hace referencia a un siervo bajo las órdenes de su amo. Para las naciones paganas siempre hay un dios detrás de todo, detrás del fuego, detrás del sol, de la luna, de la muerte, del amor, de la fertilidad, etc. La creencia de estas naciones es que para tener el favor de tales dioses, es necesario rendir tributo y adoración; de lo contrario tendrán su silencio o su castigo.  Ese también era el caso de los gálatas antes de venir al Señor. Rendían adoración y servicio a los que por naturaleza no son dioses.

 

· Es el resultado de una vida sin Dios

clip_image002[6]La gente tiene un santo de su devoción que ocupa el lugar importante de su vida, le rinden su total confianza sin dudar de su poder para concederle alguna petición. Esta es la realidad al no conocer al Dios verdadero.

A su ídolo le rinde adoración, le rinde sacrificios, le trae regalos, le entrega su confianza, le entrega el corazón, sin embargo el salmo 115 expone la verdadera realidad del ídolo: es nada. Las Escrituras mencionan de lo que se trata realmente esta adoración:

“Antes digo que los que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios; y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios”. 1 de Corintios 10:20

El problema cotidiano que enfrentamos

Después de conocer al Dios verdadero la situación de los gálatas cambió. La gracia de Dios había sido derramada a sus vidas, y ahora tenían la bendición de conocerle:

Pero a pesar de ello, se presentaba un gran problema: Después de haber sido liberados de la adoración a dioses paganos, estaban siendo encantados por aquellos falsos maestros judíos quienes les estaban metiendo en la cabeza que necesitaban algo más que creer en Cristo para ser parte de la familia verdadera de Dios. Necesitaban circuncidarse y seguir al pie de la letra la ley para ser recto delante de Dios y ser sus hijos. Pablo está perplejo de tal actitud y les cuestiona:

“…más ahora habiendo conocido a Dios, o más bien, siendo conocidos por Dios, ¿cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles y pobres rudimentos a los cuales os queréis volver a esclavizar? Guardáis los días, los meses, los tiempos y los años” (vr9)

Varios de los gálatas estaban siguiendo los rituales del calendario judío como una obligación. Los falsos maestros judíos estaban trayendo la falsa enseñanza de que los Gálatas requerían además de la circuncisión, la adopción de todo el estilo de vida judío, sus ceremonias, sus rituales, sus fiestas como la pascua, la de los tabernáculos, la de las lunas nuevas, etc., para ser salvos y poder ser parte del pueblo verdadero de Dios.

Estaban dejando de creer en la suficiencia de Cristo para ser salvos y estaban regresando a confiar en los rituales de la ley judía. La ley estaba desplazando a Cristo en sus mentes y corazones para erigirse como el ídolo a quien estarían sirviendo. Bajo esta enseñanza Cristo no era suficiente, se necesitaba el poder de la ley.

clip_image002[8]Algo muy similar pasa con nosotros, nos cuesta creer que Dios es suficiente y cuando no confiamos en su suficiencia al atravesar circunstancias de adversidad, de incertidumbre, etc., nos ponemos al servicio de ídolos que ocupan el lugar de Dios y nos vemos involucrados en servir a lo que por naturaleza no es Dios.

Muchas veces, así como los gálatas, nos encontramos haciendo cosas que no reflejan la confianza y libertad que hay en Cristo.

Fallamos cotidianamente en creer que Dios es suficiente para todos los aspectos de nuestra vida y buscamos algo o alguien que ocupe el lugar que le corresponde sólo al Señor. Hay gente que secretamente confía en horóscopos y en ese tipo de charlatanerías en lugar de confiar en la verdad de la Biblia. Hay quienes la superstición los mueve y viven esclavizados a la práctica de ciertos rituales. Eso es confiar en ídolos y no en Dios.

clip_image002[10]Aquellos que se empeñan en obtener ingresos mediante los juegos de azar no están confiando en Dios, sino que están sirviendo a los ídolos del corazón. Buscan riquezas y comodidad, pero no en Dios. Entiendo que cuando fallo en confiar en que Dios suplirá mi necesidad y el dinero ocupa el lugar de Dios, estoy al servicio de tal ídolo, aunque no esté marchando en una procesión en honor a un “santo patrono”.

Richard Keyes en su libro La fábrica de ídolos escribe: “Los ídolos no están en los altares paganos, sino en corazones y mentes…

¿A cuál ídolo está sirviendo? ¿Qué o quién ocupa el lugar de Dios en su corazón?

El ejercicio espiritual de todos los días

Esta batalla que enfrentamos todos los días requiere el ejercicio espiritual constante de recordar quién es Dios.

Por la gracia de Dios nuestra bendita realidad de hoy en día es que le conocemos, o más bien hemos sido conocidos por él, sabemos que él es el Dios verdadero, y él se ha revelado en su palabra, él es el Dios verdadero, soberano, creador del cielo y de la tierra, de las cosas visibles y de las invisibles. Nada escapa de su voluntad y nada frustra sus designios.

Necesitamos días tras día ejercitarnos en repasar quién es él, necesitamos repasar que lo que él es suficiente para confiar y descansar en cualquier circunstancia que yo atraviese.  La vida cristiana no es un listado de quehaceres, es la buena nueva de que Cristo nos ha liberado de la maldición de los débiles y pobres rudimentos del mundo y nos ha adoptado como sus hijos para experimentar su amor paternal.

Necesitamos ejercitarnos en repasar quién es Dios, y reposar en la verdad de que él es suficiente en aquellos momentos difíciles de adversidad e incertidumbre. No tenemos que estar al servicio de ídolos, podemos confiar en Dios, él es suficiente.

“Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús” Filipenses 4:19

0 comentarios: