Seguros en las manos del Señor

Estimados hermanos:

  Seguramente ya hemos leído y visto bastante cómo se ha originado un ambiente inquietante a raíz de la influenza humana en nuestro país, por lo que es menester poner nuestra atención y nuestra mirada en Cristo. Ante la incertidumbre, el corazón sólo puede verdaderamente descansar al saber que nuestro Dios tiene todo el control de estas circunstancias. No hay ninguna enfermedad, epidemia o pandemia que ponga nervioso y en apuros al Dios soberano, por eso en sus manos estamos seguros. Confiemos en que él está en control total de la influenza humana.
Por otra parte, aún cuando se escuchan rumores de que esta situación ha sido una fabricación del gobierno para distraer la atención de la crisis que hace unas semanas tenía y sigue teniendo en jaque nuestras economías, esto no debe distraer nuestra responsabilidad de orar por nuestras autoridades superiores y encomendarlos en la manos del Dios todopoderoso. Nuestros gobiernos darán cuenta de su liderazgo, hay uno que los mira. Me parece que antes de distraernos en este tipo de averiguaciones Dios nos pide orar por ellos.
En medio de esta situación que pudiera convertirse en un caos social, no nos distraigamos, tome sus precauciones, sea precavido, tenga buenos hábitos de higiene, pero viva su vida normal, no viva atemorizado, nuestra relación con Dios sigue siendo mucho más importante que las últimas noticias del día acerca de la influenza humana. Manténgase informado, pero no sustituya la meditación de la palabra de Dios por toda la información que se va produciendo a cada instante.  Recuerde que en medio de situaciones de enfermedad, o cuando una pandemia acecha, nuestro Dios tiene el control, él es nuestro protector. Cuando nos persigue una crisis mundial, Dios quiere que seamos buenos administradores, que lo honremos con nuestras finanzas, con una sana mayordomía, no compre lo que no necesita, ajústese a lo que gana. Dios es nuestro sustentador, él es nuestro protector.
Queridos hermanos, hasta ahora seguimos en un tiempo de prevención y gracias a él no se ha reportado ningún caso en nuestro estado. Dios es bueno, a él sea la Gloria
Nuestra iglesia ha decidido alinearse a la recomendación de nuestras autoridades de no celebrar reuniones públicas como medida de prevención, queremos ser un testimonio de sujeción, pues, creemos que las autoridades han sido puestas por Dios, es por eso que no tuvimos culto de adoración el domingo pasado. Fue realmente extraño no vernos, porque la adoración, la comunión de los santos es parte vital de nuestra iglesia, sencillamente es delicioso y bueno como dice el salmo. Así también, el martes de oración estará suspendido hasta el tiempo que nuestras autoridades nos indiquen.
Les animo hermanos a que en casa tengan cultos familiares y tomen estos tiempos para fomentar la adoración en familia. Tomen estos tiempos para instruir a los hijos en la palabra y que ellos lean las Escrituras, lean literatura que verdaderamente cultive un corazón que adore al Señor. Es importante que en estos días la televisión y los aparatos electrónicos no se conviertan en los agentes que "instruyan" a los hijos. Recuerden que a nosotros los padres se nos ha encargado tal misión.

El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente.
Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío;
Mi Dios, en quien confiaré.

Salmo 91:1-2

Marcos Ramírez